Páginas

domingo, 6 de enero de 2019

Mientras estaba allí, de repente, no, no de repente, pero en una especie de paulatino empujón, todo el mar se hinchó, no fue una ola, sino una marea lenta y constante que pareció alzarse de las profundidades, como si se hubiera removido algo inmenso ahí abajo, y por un momento me vi levantado y transportado un par de metros hacia la orilla, y entonces caí sobre mis dos pies, como antes, como si nada hubiera pasado. Y de hecho no había pasado nada, una memorable nada, tan solo otro de esos grandes encogimientos de hombros con que el mundo manifiesta su indiferencia.

'El mar', John Banville

No hay comentarios.:

Publicar un comentario