Páginas

jueves, 24 de mayo de 2012

Uno va internándose 
en la fatiga horizontal que llega 
a seducir los huesos 
y el silencio 
como si fuesen huéspedes fugaces 
o amantes clandestinos. 
Y un día 
nos sorprende descubrirnos 
dueños de una morada 
abierta a la intemperie de toda soledad. 

Vamos tendiéndonos 
junto a nuestra sombra 
arropándonos con ella. 

Hay un cambio de piel 
que nos desnuda. 

Y la fatiga invade. 
Murmura otros idiomas 
que no son extranjeros pero emplean 
sin voz 
otras palabras. 

Para no herirnos. 
Para no decirnos que hemos comenzado 
a habitar el adiós.


'Amantes clandestinos' - Ana Emilia Lahitte.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario