No sé cómo llegamos a eso, pero estábamos uno frente a otro en la cama como si no hubiera pasado nada.
Quizá fuese sólo el cansancio. Era tarde, bien pasada la medianoche.El silencio era tan denso que casi tenía un carácter visible, un destello, un brillo sólido, y espesor también, como pintura fresca.
'Amor perdurable' (Fragmento) - Ian McEwan.-
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