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jueves, 7 de enero de 2016

El arte nos libera ilusoriamente de la sordidez de ser (...) El amor, el sueño, las drogas y sustancias intoxicantes, son formas elementales de arte, o mejor, de producir sus mismos efectos. Pero amor, sueño y drogas tienen cada uno de ellos su desilusión. El amor harta o desengaña. Del sueño se despierta y, mientras se durmió, no se vivió. Las drogas se pagan con la ruina del mismo físico al que sirvieron de estimulante. Pero en el arte no hay desilusión porque la ilusión se presupuso ya desde el principio. Del arte no existe un despertar, porque en él no dormimos, aunque hayamos soñado.


Libro del desasosiego - Fernando Pessoa.-

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