Ella quiere oír cómo amaba él a ese amante perdido.
Él dice: Más allá de las propias fuerzas, más allá de la vida.
Ella quiere oírlo de nuevo.
Él vuelve a decirlo.
Ella se cubre otra vez el rostro con la seda negra, él se tiende a su lado. Nada en sus cuerpos se toca. Su inmovilidad es común.
Ella repite con la voz de él: Más allá de las propias fuerzas, más allá de la vida.
'Los ojos azules pelo negro' - Marguerite Duras.-
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